¿Tanto cuesta hacer un vino bebestible y a un precio asequible pa los menús populares ? de la burla hay muchos matices, como en el arco iris …
Cuando estábamos revisando y preparando esta página con Laia y otros compañeros de embarque, nunca imaginamos esta excelente acogida que se obtiene cada día (y noche) desde su inauguración. Aquellos momentos vividos y atendidos en Cal Boté de la calle Tordera en la parte –lúdico & autónoma de Gracia – esa Barcelona rumbera y catalana- me di cuenta de la oportunidad de separar del ingente caudal de noticias crueles por tanto andamio de poderío culinario falso y criticas de jabón, masaje y perfume, todo incluido audazmente por ser ex alumno de… , y reunir aquéllas que tuviesen un carácter cómico, satírico, irónico, cáustico, burlón o absurdo. (Cierro el libro de sinónimos).
Depende de las noticias que ustedes, sufridos gastronómadas, ricos por eso, al tanto, eh? que si no hay parné el vino del menú agría la vejiga, no en el restaurante Boté ,en otros sí, en la mayoría. Por cierto pagamos y la relación calidad precio es excelente. ¿Tanto cuesta hacer un vino bebestible y a un precio asequible pa los menús populares? Todo debe ser de Rueda, Priorato, Riberas, Rioja para las cartas de todo a cien euros. Que hay Jumillas, Yecla, Mancha y otras que ya están aprendiendo a taponar con tapones de colores -de no se qué materia, la verdad, botellas de casi diseño italiano, por supuesto, a cinco euros la tirada. Bien, pues como iba escribiendo de tantas cosas, cocas, panes, embutidos y exquisiteces variadas me envíen bocaditos literarios , comenten, sentencien o asesinen al inocente o culpable con letras mayúsculas o minúsculas y , personalmente, como un “puchero comidillas” a la antigua lo transformaré en un feliz y sugestivo tumbaolllas, “potipoti, atascaburras o tetilla de monja, lengua de gato o pedo de lobo.
Algunos temperamentos literarios se inclinan a creer que una frase quedará clavada mucho más tiempo en la atención, y tendrá, por tanto más eficacia si se le pone en la punta de flecha una sonrisa. La gracia es, sin duda alguna, un don artístico que yo no poseo y sería incurrir en una equivocación sin pedir la ayuda necesaria como copilotos de esta aventura, como auxiliares dentro del vehículo crónico y crítico para llevar la sonrisa a nuestro exterior.
La gracia abrillanta las ideas, las adorna, las hace amar, las adhiere a la memoria, vierte sobre ellas una luz que las vuelve más asequibles y claras. ¿ Porqué me cobraron trescientos euros de un chupito de Armagnac del 72 en el restaurante La Clara de la Gran Via de Barcelona?. Respuesta del dueño, Julián: es que es del siglo pasado, amigo Rodrigo. Lo que me fulminó fue el amigo Rodrigo. Rehecho de la ceniza ya no pido más chupitos, pido copas y más jóvenes.
Más en esta estrecha franja, con que la burla cruza el cielo cibernético, no existe la homogeneidad. Pero de la burla hay muchos matices, como en el arco iris y eso lo dejaré para la próxima vez. Ya sigo…
Rodrigo Mestre 7 de Octubre 2008