- Desde esta semana y hasta que finalicen los festejos de San Isidro en la capital en el mes de junio, Columbus ofrece un menú específico con platos de lo más castizo, con el rabo de toro de lidia como protagonista.
- Platos inspirados en la cocina más madrileña a propósito de la celebración de las fiestas de San Isidro en la capital.
El chef Mario Sandoval, responsable de la cocina de Columbus, es uno de los mayores exponentes de la cocina madrileña y desde su nueva plaza, Columbus, pone en marcha a partir de mañana, 15 de mayo, un menú con el que realiza su particular homenaje a la cocina de la comunidad, con productos como el melón de Villaconejos o las verduras de nuestra huerta. Estos productos forman parte de una propuesta que también incluye Ensalada de escarola y tomate con bonito en escabeche o Bacalao desalado al pil-pil con láminas de ajos confitados y guindilla, entre otros platos.
El plato estrella dentro de esta propuesta es sin duda el Huevo poché con rabo de toro de lidia estofado y boletus. Sandoval lleva años trabajando esta carne y es la última propuesta que se incorpora a sus creaciones.
De este modo, Mario Sandoval se ha posicionado recientemente como investigador de esta variedad cárnica para su uso en cocina, que él mismo ha calificado como «una carne de lujo», después de que la Unión de Criadores de Toros de Lidia haya firmado un acuerdo con la Federación de Cocineros y Reposteros en el que también colabora el Centro de Investigaciones Científicas de Madrid, con objeto de desarrollar programas que contribuyan al conocimiento y prestigio de esta carne, poniendo en valor su calidad.
La familia Sandoval lleva más de 60 años vinculada a la cocina de la comunidad, y ahora él junto a sus hermanos trabajan estos productos en Columbus, donde han trasladado el cochinillo que ellos mismos crían para ofrecer a sus clientes al horno. Así mismo, cultivan su huerta y cuentan con granja propia en los que el producto madrileño es la base.
Mucho producto de la capital y mucho arte en esta propuesta, que viene apoyada en la cocina de los Sandoval, que llevan su amor por lo castizo muy arraigado. Así, el mayor de los hermanos, Rafael Sandoval, responsable de la bodega de Columbus, dio importantes pasos como novillero, pasión que compaginó durante años con la gastronómica.
La oferta de Casino Gran Madrid-Colón se muestra absolutamente versátil, ofreciendo un plus en su cocina y una oferta que fusiona gastronomía y ocio en su espacio de Recoletos.
La gastronomía de calidad, estandarte de la marca Gran Madrid
Después de 90 años, la ciudad de Madrid vuelve a contar con un casino de juego, tras la apertura de la sucursal de Casino Gran Madrid en Colón el pasado mes de diciembre de 2013. Desde sus inicios, hace ya 32 años, la gastronomía ha sido fundamental en el modelo de negocio de Casino Gran Madrid. De hecho, cada año, alrededor de 80.000 clientes disfrutan de sus creaciones en alguno de sus puntos: los restaurantes L’Étoile y Mandalay, los bufés La Cúpula y Las Vegas y, su última propuesta, Sports Bar, un espacio único en un casino español, en el que se combina el mundo del deporte, las apuestas y la restauración.
Precisamente por esa vocación gastronómica, Casino Gran Madrid-Colón ha confiado su espacio culinario más destacado a los hermanos Sandoval, quienes han ideado una carta única, sorprendente y exclusiva.
Cocina con raíces
La propuesta de Columbus es una cocina basada en la búsqueda de los orígenes de los sabores. La cocina de la memoria de los hermanos Sandoval junto al uso de sabores traídos de otras partes del mundo.
La esencia de Coque está presente en Columbus. Basados en la Arqueología de los Sabores que define a los hermanos Sandoval. Columbus ofrece una cocina asentada en el producto artesano, junto a su apuesta por la alta cocina en formato tapas.
Este nuevo espacio cuenta con un total de 4 cartas que aúnan la identidad y valores de los hermanos Sandoval. Selección de recetas propias, ingredientes del terruño y una importante apuesta por la investigación y el desarrollo en pro de la vanguardia gastronómica sin renunciar al sabor más auténtico.