Nuevos aires soplan en Jumilla, una DO que se ha caracterizado en los últimos años por la producción de vinos de calidad a unos precios con mucha coherencia.
Es Jumilla una de las DO de España que más ha trabajado en la recuperación de sus variedades, tal es el caso de la Monastrell, variedad que ha pasado del peligro de la desaparición a ser una variedad productora de vinos de la misma calidad que otras uvas y zonas de nuestro país.
A pesar de que la crisis aprieta nuestro mundo el hecho de que salgan al mercado nuevos vinos, es algo que nos ha de llenar de satisfacción, sobre todo si son vinos de calidad a un precio de lo más justo, vinos que el consumidor medio se puede permitir el degustarlos casi a diario.
Este es el caso del vino NDQ, 2007, de la variedad Monastrell al 100%. Un vino seleccionado de cepas, racimo a racimo, con una edad sobre los 20 años, una cuidada selección de viñedos y una crianza en madera muy equilibrada, respetando en todo momento al vino y aportando complejidad. Esta crianza se basa en barricas de roble francés y americano.
Sus 14º de alcohol no se notan gracias a su frescura, característica que a un vino moderno no debe de faltarle nunca, en unión de un buen equilibrio en su conjunto.
Frescura y equilibro, se unen a su color cereza granate, con aromas de frutas maduras, regaliz y ligeros toques anisados. En boca es un vino amable, con taninos finos y golosos, con un final floral en unión de unas notas lácticas.
En esta temporada de caza, es ideal para acompañar este tipo de platos, y es soberbio con el famoso gazpacho de conejo del pueblo de Raspall.