Tras el gran éxito en Barcelona, llega la II edición de la Swiss Master Cheese la gran fiesta del queso suizo que se celebra en Madrid con una masterclass liderada por el experto quesero Enric Canut, una degustación de Quesos Suizos abierta al público y el concurso de cata a ciegas en el que 80 participantes pondrán sus papilas gustativas a prueba para conseguir el título Swiss Master Cheese 2016 y llevarse a casa su peso en queso suizo. El premio se entregará el día 4 de abril en el Salón de Gourmets. El certamen se organiza el 2 de abril se celebrará en el Círculo de Bellas Artes de Madrid el certamen para encontrar al mejor catador de Quesos Suizos de España. Para ser uno de los participantes, los aspirantes deberán resolver un previo test que se encuentra en la página de Facebook oficial de Quesos de Suiza (facebook.com/QuesosdeSuiza).
A las 12h se dará comienzo al acto con una masterclass liderada por Enric Canut, una eminencia del sector quesero que demostrará los numerosos beneficios de consumir unos quesos naturales, sin aditivos ni conservantes, sanos y aptos para todos, puesto que los quesos suizos no contienen ni gluten ni lactosa.
Seguidamente, todos los asistentes podrán catar los auténticos sabores de los Quesos de Suiza: Le Gruyère AOP, Emmentaler AOP, Sbrinz AOP, Appenzeller®, Tête de Moine AOP, L’Etivaz AOP y Vacherin Fribourgeoise AOP.
A las 16h será el momento más esperado: el Swiss Master Cheese 2016, el concurso de cata a ciegas en el queparticiparán 80 personas. Los concursantes se retarán a sí mismos poniendo a prueba sus conocimientos sobre el mundo del queso y la sensibilidad de su paladar. Deberán acertar un total de 7 pruebas sensoriales para conseguir el título de Swiss Master Cheese 2016 y su peso en queso suizo. Finalmente, la entrega de premios se hará en el marco del Salón de Gourmets de Madrid.
Tradiciones vivas
La edición del Swiss Master Cheese 2016 es una oportunidad única para saborear la naturaleza de uno de los productos emblemáticos de este país. Los Quesos de Suiza son el ejemplo de una tradición que sigue viva tras siglos de historia y que mantiene los más altos estándares de calidad produciendo un queso sin aditivos, sin conservantes y proveniente de leche fresca que las vacas, alimentadas en pastos naturales y sin hormonas, proporcionan a las 600 queserías.