Vuelve al recinto ferial de Génova, del 27 al 30 de mayo, Slow Fish, feria internacional de periodicidad bienal que alcanza ya su quinta edición, dedicada al mundo de la pesca y a los ecosistemas acuáticos.
A través de convenciones, encuentros, laboratorios y degustaciones se afrontan temas vinculados a la producción sostenible de pescado y al consumo responsable. Slow Fish está organizado por la Administración Regional de Liguria y Slow Food, con el respaldo de la Fondazione Carige, la Administración Provincial de Génova, la Cámara de Comercio y el Ayuntamiento de Génova.
A partir de hoy aparece online la página www.slowfish.it, portal en italiano, inglés, francés y español, con las novedades de la edición 2011, las citas sujetas a reserva y los adelantos de eventos gastronómicos, conferencias y encuentros programados. Hay una sección dedicada a profundizar en las campañas internacionales Slow Fish, lanzadas por Slow Food después de la edición de 2009. Las campañas pretenden informar a los consumidores, potenciar el pescado bueno, limpio y justo y facilitar el encuentro entre los protagonistas de la pesca sostenible.
El tema central de Slow Fish 2011 es Los pescadores artesanales:
otra especie en peligro. Después de una edición (la de 2009) dedicada a los peces, este año los focos se centran en los hombres. La feria se articula por un sendero de la memoria: la pesca artesanal como era, a qué culturas afectaba, cuáles eran las oportunidades, los inconvenientes, las competencias; y la pesca de bajura como es, cómo se ha modernizado, cómo se relaciona con el mundo y cómo se ha visto penalizada por la globalización.
Es muy rica la sección expositiva con el Mercado
donde es posible encontrar pescado fresco y en conserva, aceite, especias, sal, algas y derivados. Todos los expositores, italianos e internacionales, se comprometen a no utilizar conservantes y aromas artificiales y a no vender atún rojo, pez espada, tiburón y salmón, especies en peligro de extinción. También en el mercado se encuentran los Baluartes del mar, ejemplos concretos de cómo pueden vivir los pescadores en sintonía con el ecosistema, preservando la fauna acuática y potenciando su propio trabajo a través de oferta de pescado fresco y elaborados de calidad.
Los dos itinerarios organizados en el área Slow Food Educa
dirigidos al público en general y a grupos escolares, permiten conocer por un lado el mar y a sus habitantes, las técnicas y los tiempos de la pesca, a través del testimonio directo de los pescadores; por otro, las sugerencia para elegir el mejor pescado, saber leer las etiquetas y hacer preparaciones culinarias, gracias a las sabias enseñanzas de los cocineros.
Los cocineros desempeñan un papel fundamental en la educación para el consumo.
Por ello, llega por vez primera a Slow Fish la Hostería de la Alianza, donde una veintena de chefs de la red italiana e internacional proponen platos a base de Baluartes Slow Food. Vuelven los Laboratorios del agua, momentos de información y profundización y, como en todos los eventos de Slow Food, las degustaciones guiadas de los Laboratorios del Gusto y los grandes chefs de los Teatros del Gusto. Pero la cultura se practica también en la mesa, y para eso están las Hosterías del Mar, las Cocinas callejeras y los Bocadillos de (a)Mar, para descubrir las especialidades gastronómicas de los más variados territorios, en combinación con los vinos de la Enoteca.
Slow Fish 2011 sale por primera vez de los pabellones de la Feria de Génova para ocupar prestigiosas sedes del centro urbano con conferencias y encuentros de profundización abiertos al público, organizados en colaboración con el Festival de la Ciencia.
El evento continúa con su planteamiento de reducir el impacto ambiental
un camino iniciado ya por Slow Food con el Salone del Gusto 2006. El objetivo es un compromiso concreto en cada una de las actividades de la feria: desde la elección de materiales de montaje reciclables hasta el transporte de mercancías, desde la gestión de los residuos hasta la utilización del agua y de la energía.