“ singularidad, fruta..mineral”.
Cada vez que esta bodega saca un nuevo vino vale la pena estar al tanto, porque suele romper moldes.
Después del éxito del Gewurztraminer y de otros tantos, vuelven a la carga con este encantador vino de la variedad “Riesling”, que puede llegar a confundir a propios y a extraños.
Se trata de un vino que procede de un pago o viña concreto “Pago Los Olivos”, con unos suelos ricos en minerales y fósiles, que le aportan esta peculiaridad al vino, en unión de unos aromas intensos a pétalos de flores, frutas blancas , plantas ornamentales y un fondo rico en cítricos. Combinación perfecta que busca la frescura frutal. En boca es vivo, equilibrado y con un fondo mineral que lo hace diferente.
El vino se expresa tal y como es, ya que no ha tenido ningún tipo de crianza, con lo que yo creo que deberíamos de ,a la vez que lo podemos disfrutar ahora, darle también a algunas botellas un tiempo de maduración, ya que nos daría las gratas sorpresas a las que nos tiene acostumbrados su hermano el Gewurztraminer.
Vino seco, ideal para tomar entre los 10-12ºC y acompañarlo de múltiples platos o productos como quesos de pasta blanca, embutidos ibéricos, arroces, pastas con trufa de primavera y como no los pescados y mariscos.