Trattoria D’G

Al fenómeno Don Giovanni (considerado por algunos críticos la mejor trattoría de Madrid) le ha salido un hermano pequeño. Se trata de D’G y es el resultado del acuerdo firmado hace unos meses entre el chef master Andrea Tumbarello y algunos de los socios de la Paninoteca D’E. El restaurante, de diseño elegante y minimalista, ofrece una fusión entre las sobresalientes pastas frescas y pizzas 100% italianas de Andrea y algunas de las piedinas y cocapizzas catalanas de D’E. Una combinación estelar que se completa con estupendos postres caseros, algunos de ellos diseñados por el cocinero Manuel Domínguez, y con una excelente carta de vinos en la que los márgenes de los precios son tan estrechos que permiten disfrutar de las mejores referencias nacionales, italianas y francesas a precios realmente asequibles.

Ante la afluencia de devotos de todas las edades y condiciones sociales (entre sus parroquianos se mezclan vecinos del barrio, político y famosos de todas las artes) Don Giovanni estaba necesitando una segunda sucursal. La nueva Trattoria D’G mantiene la misma calidad en la cocina aunque es un concepto algo diferente en cuanto al espacio, mucho más amplio y vanguardista, y a la extensión de la carta, más concisa pero con platos muy bien elegidos. En los fogones, el economista-reconvertido-a-cocinero ha delegado en un joven y buen chef, Marco Pinhero, que se ocupará de elaborar diariamente las pastas y pizzas artesanas según las recetas de Andrea y de detalles imprescindibles como rematar los espaguetis carbonara a la vista del cliente.

En la carta de D’G podemos encontrar para empezar:

casi todas las ensaladas de Don Giovanni más algunas mediterráneas de D’E, como la Ibérica, una selección de carpaccios, como el de atún rojo, y antipasti, como las berenjenas rellenas de jamón y parmesano, y embutidos y quesos importados de todas las regiones de Italia. A los aperitivos de Andrea se añaden piedinas, un pan plano típico de la Romagna, de mozzarela y embutidos españoles. Entre los platos principales destacan las pastas caseras como los tortelli de bogavante, los linguine con crema de champignon y trufa, los spaghetti alla puttanesca o los ñoquis al pesto.

En D’G hay además una mayor variedad de pizzas:

además de la Traviata, Bismarck, Búfala, Diavola o Deliciosa, famosas en todo Madrid por su finura y excelente horneado, se añaden otras como la de trufa negra, la de frutos de mar o la de carpaccio de búfalo, y cocapizzas catalanas como la de huevos de codorniz o la de jamón ibérico. Y para rematar la faena, en los postres se mantienen el tiramisú y la panacota y se añaden otros como el chocolate amargo en ensalada con frutos rojos o la tarta de manzana hecha con masa de pizza. Algunos de ellos los ha diseñado el chef y amigo de Andrea Manuel Domínguez, del restaurante Lúa.

En la oferta de D’G sobresale especialmente su carta de vinos

ya que cuenta con 150 referencias perfectamente seleccionadas, especialmente en lo que a blancos se refiere, con indicación de productor y zona. Además a cada vino le ha cargado lo mismo por lo que se puede disfrutar de vinos maravillosos a precios asequibles. De hecho, ninguno de ellos pasa de 60 €, ni si quiera un Hermitage Le Rouet Blanc 1999 o un Coulée de Serrant 2000.