No cabe duda que Lyon es una ciudad para recorrer a pie: admirar la fuente de la Plaza de los Jacobinos, visitar sus tiendas y restaurantes, sentir la presencia de los mercaderes, impresores y libreros del siglo XVI por la hoy llamada rue Merciere. Una vez realizado el primer paseo, hay que calmar sensaciones en acogedoras tabernas como el Café des Federations, famosa por sus tapas y platos de cerdo. Muchas de estas tabernas conservan el nombre de bouchons, lugares antiguos de descanso (con cuadras y paja para los caballos) devenidos en bares y tabernas desde hace dos siglos gracias a una curiosa tradición que sólo han sabido salvar los ciudadanos de Lyon.
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