La degradación aún nop ha llegado del todo pero ya comienzan algunos estragos por causas que debo atribuir a la “Administración”Observé el cambio de estrategia en muchos establecimientos que han abandonado la cocina por la simple y llana barra de bebidas con ambiente nocturno y copas. De los que conocía de antaño solo me atreví con el Rocxi. La decoración interior permanece, los cuadros, el comedor del altillo y la carpa de afuera está bien conservada. Escribamos pues.
ROCXI
Envueltos en aires familiares y “de bien”, Rocxi brinda la oportunidad a los visitantes comensales y turistas de no salir decepcionados ante el adocenamiento culinario y marisquero del Port Olímpic, con algunas excepciones, claro está. La variedad de su carta – en la que destacan los caracoles Rocxi, el solomillo a la «llosa» ¡fastuoso! y unas combinaciones deliciosas de pescado fresco y frutos del mar -, está basada en una excelente cocina casera comandada por Rosa Galimany y dirigida desde hace casi 18 años por David Lloret, jefe de cocina actual y mano derecha de Doña Rosa.
Hubo un tiempo que la gente era capaz de extasiarse comiendo unas «especialidades» incomprensibles porque llevaban el sello de la maldita «nouvelle cuisine» pensando que llevaban algo consustancial y existencial cuando, probablemente, no había más que «cuquería». En Rocxi jamás ha entrado la sofisticación, ni tampoco han creído en la candidez de cambio en el gusto de su clientela. Han seguido un camino reforzando sus creencias de que la calidad, sea de carne, pescado o marisco, está por encima de cualquier método y la naturalidad en sus preparaciones un alarde de honestidad. Guardo en mi memoria: unos calamares a la romana ¡auténticos¡, un sabroso pedazo de morro de bacalao con judías al estilo de la «llauna» , un suquet de peix suculento – las patatas de la cazuela deliciosas – y un solomillo, presentado de manera muy particular, para acabar de cocinarlo al gusto ¡extraordinario!.
El riesgo tomado por una paella especial desapareció con la presencia majestuosa de su aroma, “ a cap de gamba”, como decían nuestros antepasados. Sueltos los granos de arroz, marisco fresco, suave en su textura y sabroso al gusto La comí en el mismo recipiente con una concha del mejillón más grande, mis amigos me imitaron convirtiéndose en una fiesta con una tertulia final para recordar. Actualmente está al frente del negocio el yerno, l´Enric, que quedó estupendamente con todos nosotros recomendándonos un vino blanco del Penedés para maridar con el arroz y casi toda la bebida de la larga charla Un taxi y para casa .
Rocxi Port
- Moll de Gregal
- Port Olímpic- Barcelona
- 93 225 19 65.
Sección firmada por: Rodrigo Mestre