Las comidas y cenas ya muy implantado entre los peregrinos del buen comer sin “sustos” ni decepciones son un regalo de restauración. Martín, cocinero experto, joven argentino de origen, casado con Montse, catalana, que domina el arte de servir el comedor muy profesionalmente, son el origen del nombre de este restaurante.
Dos países, dos tierras lejanas y unidos por esta pareja en matrimonio felizmente. La cocina de Martín es una cocina entremezclada de dos culturas que se bastan por sí solas y él sabe emsamblar como por ejemplo las empanadillas sacadas del recetario de su madre o unos canelones deliciosos servidos en una crema “bechamel” única por su untuosidad, sabor y aroma y. Sobre todo, una extrema calidad en todos sus productos. La carne a la parrilla es otra de sus especialidades. El corte, sea “vacío”, “bife” o entraña, las mollejas con un “chimichurri” muy logrado son los motivos para destacar de este pequeño establecimiento familiar.
Es el caso de Dos Terres, fruto del esmerado trabajo de Martín y Montse,
reina de la sala , donde se puede vivir momentos tal y como si se estuviera en alguno de los mejores establecimientos de Buenos Aires o de Barcelona. La dulzura y el trato de Montse, muy atenta en la selección y carta de vinos para maridar con los platos de su carta hecha con el recetario fascinante y lleno de rigor y excelencia procuran un un momento inolvidable de la visita. Los habituales disfrutan con un menú a 13 € con muchos platos que parecen de alto nivel.
Las comidas y cenas en el Dos Terres, ya muy implantado entre los peregrinos del buen comer sin “sustos” ni decepciones son un regalo de restauración. Que dure y felicidades a la pareja que ya está esperando un nuevo vástago. Que no decaiga su deseo y anhelo de lograr el triunfo tan profesional que llevan desde hace tres años con digno esfuerzo, lleno de rigor y calidad.