La cocina es un lugar especial de un hogar, es en general el lugar de reunión familiar. Elaborar un plato es todo un gesto de amor que requiere tiempo dedicación y por supuesto creatividad
Si se piensa exhaustivamente, el primer vínculo que tiene un ser es con su madre, por el olor de la piel y el aroma dulce. Nuestra vida transcurre a través de diferentes aromas que forman parte de la intimidad de nuestro hogar. Si nos fijamos la cocina y la comida también hacen a la identidad de un país. Los sabores propios de la tierra en la que uno ha nacido son un símbolo de hogar, patria e identidad.
Particularmente el arte y la religiosidad con que se confecciona un menú, los detalles, los secretos, trucos y toques personales; están vinculados con la persona que los elaboraba. Y es así como el amor por la gastronomía es un rito que se pasa de madres a hijas/os.
Pues es en esta receta donde os cuento un poco de mi hogar, un secreto de familia:
Espalda de cordero a la menta:
Ingredientes:
- 1 espalda o paletilla de cordero de 1’5 kg
- 3 dientes de ajo
- 1 cebolla
- 1 cucharada de mostaza
- 1 vasito de vino rancio
- 1 ramita de menta fresca
- el zumo de dos limones
- aceite, sal y pimienta
Primer paso
Machacar en el mortero los ajos, la cebolla y la mitad de la menta; añadir el aceite, la mostaza, el vino y el zumo de los dos limones. Sazonar con sal y pimienta
Segundo paso
Dar unos ligeros cortes en la paletilla y colocar en una fuente para el horno, sazonarla con sal y pimienta y cubrirla con la preparación anterior. Dejarla macerar durante dos horas.
Tercer paso
Espolvorearla con el resto de la menta trinchada y asarla en el horno a fuego medio durante unos 45 minutos aproximadamente( ir vigilando)