Un vino con mentalidad de guarda, lo que no indica que no lo podamos disfrutar ya, realmente vale la pena su disfrute, aunque ganará en nuestra bodega.
Forma parte de los grandes Prioratos, una DOCa, que ha sorprendido y sigue sorprendiendo al mundo, gracias a diferentes factores, tales como climáticos, orográficos ( terrazas y costers-cuestas), de sus famosas pizarras (licorellas) y de sus tesoros ampelográficos como son las viejas cepas de Garnacha y Mazuelo (Cariñena).
Esta es la base de este gran vino denominado “Perpetual”, un vino con mentalidad de guarda, lo que no indica que no lo podamos disfrutar ya, realmente vale la pena su disfrute, aunque ganará en nuestra bodega.
Este es un vino de ocasiones gastronómicas, un vino para acompañar aquellos platos tanto mediterráneos como internacionales, basados en las grandes aves, las carnes rojas y los quesos bien curados.
A la vez es un vino de los que agradece ceremonia de servicio, como es una decantación y oxigenación.
Su intenso color hace referencia a su larga maceración que parte de cepas muy viejas, en su nariz expresa una perfecta combinación entre fruta madura y notas minerales, acompañados de maderas nobles y finas especias.
En boca expresa cuero, frescura, poder y a la vez elegancia, que irá ganando con el tiempo.
En el post-gusto, largo y fresco marca notas de chocolate, de trufa negra, hoja de tabaco, etc.
En definitiva es un vino que recupera sabores del pasado con un carácter y personalidad muy actual.
Yo recomiendo su servicio a 16ºC, no más, con decantación y una copa bien amplia……….es una ceremonia imprescindible para poseer todos su secretos.