El vending está en todas partes y nos parece una mala elección de comida. Pero en el despacho, hospital o estación, se agradece un snack o un café sin tener que bajar al bar. Es un sector desconocido, pero que al fin y al cabo nos nutre y en el que la calidad ya está presente, aunque todavía sigamos con la idea de las típicas máquinas de metro.
Un buen ejemplo: el café. Las cápsulas han revolucionado el sector y suponen un 65% del total: es el llamado mini-vending.
La instalación de máquinas de distribución automática en las oficinas, que se empezaron a colocar a finales de los años 70, es un uso cada vez más extendido.
Y dónde están las máquinas? Normalmente nos pasan desapercibidas pero cuando entra el gusanillo o no queremos movernos mucho, sabemos encontrarlas. El parque de máquinas de vending en oficinas supone un 25% sobre el total. El resto queda repartido de la siguiente forma: 35% en fábricas, 10% en universidades, 10% en hospitales, 3% en hoteles y 17% en otros.
Andreu Paredes, responsable de la empresa operadora Automátic F. Company, achaca la proliferación de empresas – y por tanto máquinas – a una evolución histórica: “El crecimiento ha sido progresivo estos últimos años debido, en parte, al crecimiento del sector terciario que ha hecho que aumente el número de oficinas”.
El café es el rey
A veces, tenemos tan mala imagen del vending que no caemos en que la palabra incluye el suminstro de alimentos de calidad. Es el caso de las cápsulas de café. Es cómodo, de calidad y limpio.
En los últimos años, una de las líneas del vending que mejor funciona en las oficinas son las máquinas de minivending, máquinas de cápsulas destinadas a empresas con menos de 20 trabajadores. El motivo de este crecimiento, como expone Carlos Ortega, responsable de la empresa operadora Dacota Vending, pasa por “la búsqueda del operador de otras vías de negocio ante la gran explotación que existe sobre el mercado de las máquinas de distribución en empresas grandes, de más de 20 trabajadores”.
El café es el producto que más se consume en el puesto de trabajo. Supone, en todas sus variedades, un 65% de los artículos consumidos. La media diaria que consume cada trabajador es de uno a dos cafés. En cuanto al resto de artículos, el 25% del consumo corresponde a los productos fríos y el 10% a los snacks, cuya media conjunta es de entre cero y uno al día por trabajador.
Los números del sector
Es decir, ¿realmente se consume? ¿tiene un público en un país con una cultura de la alimentación tan arraigada? Pues a tenor de los resultados parece que sí, y es que no debemos olvidar que el objetivo no debería tomarse como alternativa regular de alimentación sinó como una opción más para ese momento puntual – para snacks y similares – o como una opción rápida, cómoda, inmediata y limpia… incluso de calidad, ublicable en cualquier espacio – más para producto de calidad -.
Aunque se trata de datos sectoriales no muy fáciles de conseguir, desde la ACV (Associación Catalana de Vending) nos ofrecen datos de la comunidad autónoma con una referencia del resto del territorio.
En los últimos años, el vending en Cataluña ha experimentado un crecimiento exponencial. Si en 2007 el sector superó en un 5% su facturación respecto al ejercicio anterior, las previsiones para el cierre de 2008 apuntaban a un crecimiento del 7,4%, alcanzando los 383 M€. A día de hoy, se contabilizan alrededor de 11 máquinas por cada 1.000 habitantes, cuatro máquinas más que en el resto del estado.
Según los últimos datos publicados por la consultora DBK, empresa especializada en la elaboración de análisis sectoriales, la penetración del vending también ha ganado terreno en el mercado español. Durante el pasado año, el sector de la distribución automática registró en España un crecimiento del 9%, superando los 2.300 M€ de facturación. Según esta consultora, las previsiones para los próximos años apuntan a una ligera moderación en el ritmo de crecimiento.