Un andaluz, dos canarias y un italiano… podría tratarse del inicio de un chiste, pero son los fundadores de un proyecto que brinda grandes satisfacciones a los amantes de la gastronomía; hablamos del restaurante barcelonés Mi Carmela, situado en las entrañas del Barrio Gótico de la Ciudad Condal.
Muy cerca del ayuntamiento de Barcelona, en la calle Llibreteria, y con un cartel que reza el eterno «Hay sangría», se encuentra uno de esos locales que tal como uno descubre se convierte al acto en un lugar de referencia. A pesar del cartel de la sangría, Mi Carmela nada tiene que ver con esos mal llamados restaurantes dedicados única y exclusivamente a engañar a los turistas con propuestas incomestibles.
Mi Carmela se trata de un pequeño pero acogedor bar, donde la alegría y el buen humor siempre están presentes de la mano de Desi y Davide, los propietarios del local, que aconsejan de fábula y además aceptan sugerencias con total amabilidad. La especialidad de este entrañable establecimiento son las tapas, de gran calidad y muy variadas. Con las tapas de Mi Carmela podemos hacer un recorrido gastronómico que nos lleve desde la Andalucía más típica hasta la tradición culinaria de las Islas Canarias, sin olvidar los sabores de casa y algunos maravillosos toques italianos.
En nuestra primera visita pudimos probar el Fish&Chips London (nada que ver con lo que toman los ingleses), un tapa tan original como exquisita: kokotxas de bacalao con un rebozado donde se usa la excelente cerveza Moritz Epidor. En pocas palabras, un placer para el paladar. También degustamos unas Papas arrugadas, patatas cocidas en su punto con un excelente mojo que aportaron el acento canario a la velada.
Seguimos la noche con unas Croquetas de chipirón en su tinta, tan suculentas como su propio nombre suena. A continuación, Davide nos hizo probar un plato a punto de entrar en cara: Arroz meloso con setas y queso Stilton. Nuestra recomendación fue que no demorara más su entrada en la carta, pues su sabor suave y el delicioso queso inglés resultaron ser una maravilla. Para terminar se nos ofreció un clásico Bocata de calamares (suaves, tiernos y un pan con un punto dulce) y ya para rematar una excelente Hamburguesa de buey con foie, panceta ibérica, cebolla caramelizada y trufa.
Mi Carmela es un rara avis, una joya en un Barri Gótic de Barcelona donde abundan los locales sin gracia y pensados para turistas sin mucho criterio. Nada más lejos de la realidad en el caso de Mi Carmela, parada obligatoria para todos aquellos que les guste comer bien, rodeado de buena gente y a precios asumibles.
Volveremos, y esa es la mejor crítica que se puede hacer.
Información básica
C/ Llibreteria, 10, 08002 (Barcelona)
930 116 461