Hay que empezar recordando que Carrasco es uno de los elaboradores con más solera de la población de Guijuelo, un apellido asociado, desde hace más de 100 años, al embutido y jamón de calidad en la comarca gracias al buen hacer y a la mejor materia prima: el cerdo ibérico de bellota.
Por tanto estamos ante un jamón que casa con la gastronomía más distinguida y exclusiva. Elegante, de gran finura, sus hechuras sensoriales le guardan un lugar destacado entre los manjares más exquisitos de la naturaleza. Una simple lasca de Jamón Ibérico, jugosa rosada y veteada de blanco, es una exquisita vivencia gastronómica para los sentidos. Ofrece un sabor suave, aterciopelado, sumamente agradable en el paladar y persistente en boca. Una conjunción de matices sutiles decididamente memorable.
La nueva imagen de Carrasco se disfruta también en su ya clásico Lomo Ibérico, que reaparece en estas fiestas presentado en la Lata Bellota Centenario: un seductor regalo para los sentidos.
Ahora la marca Carrasco se atreve a intensificar el goce de un producto ya de por si excelente, para que el consumidor descubra nuevas formas de disfrutar del placer ibérico.
Su original y elegante presentación lo hace excelente tanto para presentar en la mesa como para obsequio o regalo. Un apuesta interesante que supone un soplo de aire fesco en un producto tan conocido y habitual en nuestra cultura.
El precio recomendado de la Lata es de 70 €, mientras que el del Loncheado se situa en los 17 €.