La impresión es fantástica. La familia Simôes está orgullosa de su trabajo. Pepe, padre de Manel y Toni inició con sus ideas este local de una manera ya distinta, diferente, amable.
Manel es extrovertido, dinámico, directo, está entre las mesas, ama su profesión por contagio, se quiere enterar de todo lo que acontece a su alrededor para aplicarlo en mejorar los servicios. Ha estudiado con los mejores pero sigue aprendiendo desde lo fundamental para pulir hasta lo mas novedoso en vino, materiales o prestaciones.
Toni, en la cocina, cree en las bases de tiempo, cocción, materia prima y sin inventos. Hace muchos años que no me ocurría la necesidad con ansia de volver a un lugar para probar y disfrutar de antemano según las explicaciones del jefe de cocina como aquí. He de volver.
Excelente bodega con muchas referencias
Degustar la raya de costa brevemente escabechada con verduras encurtidas, gelatinosa y con sustancia; el “ris de veau” ( mollejas de ternera) lacadas; el carré de cordero de Meranges (Cerdanya) dónde mi amigo Jaume Guillén tenía el famoso Can Borrell y nos despertaba con el jolgorio de los cantos de unos pajaritos y el ruido del agua del barranco- todo grabado, claro está-; y por fin un “royal” de conejo. Si logro este sueño tan cercano se lo iré explicando en otras ocasiones.
Buenos dulces. Excelente bodega con muchas referencias y D.O. seleccionadas. Ya sabemos que no es tanto buen vino todo el que te venden.
Como saben llevo muchos años haciendo estas crónicas. He estado en muchísimos establecimientos de diferentes estilos de cocina, de distintas categorías, de dispares características pero que me hayan seducido desde el primer dia como esta Taverna del Clinic, pocos, muy pocos.