Joaquim Fàbregas y Jordi Tomás, son dos empresarios que un día se preguntaron porqué en Barcelona los turistas van a espectáculos de tablao. Para ellos existía un ritmo mucho más propio de la ciudad y que ofrecía la misma diversión a los espectadores: la rumba catalana. Este género musical nacido en los años 50 en la comunidad gitana catalana es, aunque algunos pretendan obviarlo, un sonido totalmente representativo de la ciudad condal.
El Pescailla, Gato Pérez, Peret, Rumba 3, Los Amaya y muchos otros han convertido la rumba catalana en un estilo propio de Barcelona; una ciudad que la convirtió en banda sonora de los JJOO 1992. De esta idea nace La Rumbeta, el local situado muy cerca de las Ramblas (Passatge d´Escudellers, 7) que une música y gastronomía.
La Rumbeta se convierte en el primer local de la ciudad dedicado a la rumba catalana. Su objetivo atraer al turista local y al foráneo, ofreciéndoles 2 actuaciones diarias de nuevos artistas como Jonathan Ximenis, Yumitus, o la posibilidad que nombres ya consagrados aparezcan en el escenario.
Todo esto se complementa con una degustación de productos típicos de la gastronomía catalana de kilómetro 0 e incluso de vino servido en nuestro querido y cada vez más difícil de hallar, porrón. En nuestra visita pudimos degustar unas excelentes croquetas, unos embutidos de primera calidad y una deliciosa ensaladilla de patata.
Buen servicio, diversión, gastronomía y música de aquí; esta es la receta de La Rumbeta para el éxito.
Plaça Joaquim Xirau esquina Passatge d´Escudellers