Un proyecto como El Microscopi 2013 debería ser ejemplo a seguir por todos. ¿Cómo una experiencia tan terrible como padecer un cáncer puede servir para cambiar tu punto de vista de las cosas? ¿Cómo hacer compatible el mundo del vino con el oncológico? Todo tiene una explicación: El Microscopi 2013. Irene Alemany, impulsora de este proyecto, enóloga y propietaria de la bodega Sot Lefriec ha presentado en la sala Monvínic de Barcelona un vino único: El Microscopi 2013, un vino solidario cuyos beneficios irán destinados al 100% a la adquisición de un microscopio para el Instituto Oncológico del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona.
Cuando la propietaria de la bodega estaba finalizando sus últimas sesiones de quimioterapia para luchar contra un cáncer de mama, Irene Alemany quiso agradecer la ayuda prestada y, conscientes de la urgencia del centro por adquirir un microscopio para el avance en la investigación y tratamiento de la enfermedad, decidió hacer lo que mejor saber: elaborar vino.
Colaboración desinteresada
Este fue el inicio de El Microscopi 2013, un vino tinto terroir, procedente de viticultura sostenible que quiere colaborar en la cura de la enfermedad. Empresas y profesionales han colaboradora de forma desinteresada en el proyecto, como Móvinic, Vila Viniteca, la ilustradora Antònia Bonell o los doctores Isidre Boguñá, Javier Cortes, Dalila Duarte, José Luis Lirio, Isabel Ruiz, José Pérez i Lluïsa Santacana.
El Microscopi 2013 es un vino elaborado con las variedades Merlot, Cariñena y Cabernet Sauvignon. No está filtrado, se emplean las levaduras propias y bacterias autóctonas de la uva para la fermentación y los trasiegos y el embotellado se realiza siguiendo el ciclo de la Luna.
Irene Alemany estudió Enología y Viticultura en Borgoña, donde trabajó durante 5 años. Allí conoció a su marido. Se trasladaron a Sonoma County, en California. Y a su regreso, aunque su intención era regresar a Francia, visitaron el Penedès… y se quedaron, tras elaborar su primer vino tinto en solitario, Sot Lefriec 1999. Poco después vinieron los vinos Pas Curtei, un tinto maduro con crianza; Principia Mathematica, blanco, seco y ligero; Cargol Treu Vi, un xarel·lo fresco, profundo y con gran presencia de fruta blanca; Núvols, un vino xarel·lo mezcado junto a otra variedad, que cada año se modifica; y Despullat, un vino sin crianza, ni sulfitos.
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