El cambio climático es una realidad y paulatinamente su influencia tendrá más y más peso en sectores como el vitivinícola. Consciente de ello, el sector del cultivo de la vid y elaboración del vino ha puesto su mirada en el futuro para enfrentarse a este reto a través de las nuevas tecnologías y técnicas innovadoras. Con este objetivo ha nacido el proyecto de I+D GLOBALVITI de la mano del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).
La inversión inicial de GLOBALVITI, que se define como una «solución global para mejorar la producción vitivinícola frente al cambio climático basada en robótica, en tecnología IT, y en estrategias biotecnológicas y manejo del viñedo», asciende hasta los 8,8 millones de euros. Un total de ocho socios participan en este proyecto, incluyendo alguna de las bodegas más importantes de España, y hasta trece organismos de investigación. Otra de las grandes noticias que acompaña a GLOBALVITI es la creación de 37 nuevos empleos directamente relacionados con esta iniciativa, que dará trabajo a 165 profesionales del mundo del vino.
El proyecto se llevará a cabo durante los próximos cuatro años y persigue situar el sector vitivinícola español como referente a nivel mundial en la búsquedad de soluciones y aplicación de técnicas innovadoras en relación a las enfermedades de la madera, el manejo integral del viñedo y en los procesos de vinificación en un contexto de cambio climático. Todo esto se quiere lograr a través de la aplicación de tecnologías Iot (Internet of Things) y Big Data, elementos que facilitarán además la transición digital de las bodegas españolas y el despegue tecnológico del sector.
GLOBALVITI está capitaneado por Bodegas Torres, aunque también cuenta con la participación de socios como Bodegas Pago de Carrovejas, Bodegas Ramón Bilbao, Juvé & Camps, Bodegas Martín Códax, Grupo Hispatec, Pellenc Ibérica o Viveros Villanueva Vides. Además participan en el proyecto grupos de investigación nacionales pertenecientes a seis comunidades autónomas e investigadores de prestigio mundial de instituciones canadieneses, australianas y francesas.
Con esta iniciativa, el sector vitivinícola español se asegura no estar desprevenido ante las transformaciones que presumiblemente traerá consigo el cambio climático al mundo de la vid y los vinos.