Los platos de Pepe Tejero son como los recetarios tradicionales sin toques de abstracción ni modernismos falaces, sin embelecos; son reales, notables y rotundos.
Amigos, es un placer poder recordar un almuerzo en el restaurant Les Marines de Gavá, delante mismo de la playa, cercenada la vista o panorámica marítima por un pequeño bosquecillo y una valla de madera que hace de separación de la playa pública y para recrear un mundo culinario íntimo sin sofisticaciones ni adornos superfluos.
Tuve la ocasión de probar unos garbanzos guisados y un arroz con verduras naturales que encantaba su punto de cocción y su solidez aromática. El “braó” (jarrete) de cordero horneado, casi confitado, con un puré de patatas bien condimentado fue una delicia.
Lo más excepcional y por casualidad, elegido entre los platos atractivos de la carta, por probar y cumplimentar (¡¡chafardear ¡!) el enunciado atrevido de los componentes del mismo, fue lo que marcó la diferencia en realzar la gran profesionalidad de Pepe Tejero como cocinero y su equipo en admirable: unas vieiras con trufa y morcilla negra. Efectivamente. La carne suculenta de dos moluscos bivalvos, pasada por la plancha o sartén para que se dore por ambos lados, unas láminas de trufa muy aromática y otras de morcilla de sangre, suave y gustosa, entreverando los cuerpos gruesos de las vieiras, conforman una deliciosa combinación que, por su simplicidad, acaba uno rindiendo pleitesía de “gourmand” como gran receta. Incluso el atrevimiento mío fue más allá, copiando la idea e imaginar todavía más aromático el mismo plato pero cambiar la morcilla típica por una más noble, de las embutidas con hierbas, sobre todo con hinojo o anís y en el momento de servir, muy caliente, un toque mínimo de las mismas hierbas por encima de los componentes. Lo he probado en casa y me ha salido y sabido estupendo. A la trufa no se la perjudica por los dos aromas herbáceos ya que es muy difícil, si es fresca y de calidad como la que utilizan en Les Marines, que entorpezcan su personalidad. Y todo esto me hace reflexionar con lo de las “fotocopias”de recetas y mezclas que salen de muchos profesionales como Pepe Tejero y luego van otros, sin conocimientos básicos de cocina y sale una pifia culinaria de órdago. Sí que he resaltado la humildad y grandeza de muchos cocineros que insertan en el enunciado de sus cartas la procedencia de los mismos o el lugar en el que los disfrutaron muy recomendados. Ya nadie se acuerda del primer “pastel de “cabratxo” (escórpora) de Arzac o que la primera lubina a la pimienta verde fue de Pedro Subijana o que los salmonetes con hojas de limón las preparó Montse Guillén con su cocinero cuyo nombre ya no recuerdo (perdón). La sopa “ a la Giscard “ de Paul Bocusse hojaldrada ya pasó a la historia. Como cambian las cocinas pero lo bueno siempre permanece en la memoria y se repite con entusiasmo como los huevos fritos con patatas de mamá o la tortilla de tomates de m i “padrina” Felicitad junto a su “xirella” de Pont. No es nostalgia, es puro cabreo. Cada vez hay menos lugares en donde se pueda comer no ya barato (ahora ya ofertan medios menús o platos únicos) si no decentemente.
Volvamos al restaurante Les Marines. Un carro de postres que abre las papillas gustativas de los que disfrutan entre pasteles, repostería variada o frutas aliñadas , silvestres y tropicales: fresitas, mangos, piña y naranjas en su jugo completan la oferta. También se puede degustar algún que otro queso. La oferta de vinos es muy amplia con unos precios muy ponderados por la calidad y origen de los mismos. Tanto el vino de la casa, embotellado en La Rioja, como el cava , son extremadamente cuidados y bien elegidos. Hay mucha variedad.
El servicio de comedor muy eficiente y profesional. Grandes y pequeños salones para celebraciones de cualquier tipo y una gran comodidad de aparcamiento. Comedor para fumadores y una tertulia sobresaliente marcada por el tiempo de una tarde lluviosa de invierno.
Les Marines
Calle Calafell ,21.
Tel .-93 6333570
E-mail : reservas@lesmarines.com
Pepe Tejero
Gavá