Ferran Adrià, Juli Soler y los sumilleres de elBulli junto con Estrella Damm Inedit presentarán en Nueva York el lanzamiento de la cerveza que acompaña las comidas
New York, 14 de mayo de 2009.- Ferran Adrià, Juli Soler y los sumilleres de elBulli han presentado Estrella Damm Inedit una cerveza diferente especial y única capaz de acompañar todas las comidas. Este lanzamiento supone la expansión de la cerveza en el territorio norteamericano.
Estrella Damm inició su expansión en Estados Unidos a finales del 2007, la acogida ha sido todo un éxito lo que ha permitido que actualmente la marca tenga presencia en todos los estados del país. El ritmo de crecimiento anual es del 30% y para este año prevén superar el millón de botellas vendidas en este mercado.
Recientemente Ferran Adrià ha recibido el premio Augie que otorga el Culinary Institute of America como “Chef del Año de Estados Unidos” en reconocimiento a su talento profesional. Estar presente en los mejores restaurantes del país en un corto período de tiempo, de la mano del mejor cocinero del mundo, es el objetivo de la compañía con este nuevo lanzamiento.
El acto de presentación de Estrella Damm Inedit ha tenido lugar en el restaurante Blue Hill del chef americano Dan Barber, establecimiento de referencia en el mundo de la gastronomía e influyente entre la ciudadanía popular. Barber, centra sus propuestas culinarias en la calidad del producto y la sostenibilidad del entorno dónde se produce. Su restaurante, Blue Hill a Stone Barn Center for Food and Agriculture (Nueva York), se sustenta sobre esta filosofía culinaria, todos los ingredientes son orgánicos y se producen en la propia granja.
Una propuesta Inédita
Estrella Damm Inedit es una cerveza, especial y única. Es un coupage de malta de cebada y trigo, aromatizada con especias (cilantro, piel de naranja y regaliz), concebido especialmente para acompañar todas las recetas. Es una cerveza especial, incluso en la degustación, ya que para disfrutar de toda la intensidad de Estrella Damm Inedit se recomienda servirla en vaso de vino blanco y no llenarla más de la mitad de la copa para apreciar mejor todas sus virtudes y dejarla reposar en cubitera.
Tiene un posgusto largo y de recuerdo afable. Así, sus características únicas abren las puertas al maridaje con todo tipo de productos y platos, dando respuesta a las propuestas más complicadas incluso para los sumilleres experimentados.