La llegada de la Semana Santa es la excusa perfecta para escaparse y desconectar de la rutina del día a día. La Ruta del Vino Ribera del Duero ofrece una amplia variedad de actividades relacionadas con el arte y la cultura, la gastronomía, el enoturismo y la naturaleza. Se trata de disfrutar de unos días de descanso compartiendo experiencias inolvidables con la familia y los amigos. Alojamientos con encanto, restaurantes que deleitan el paladar, bodegas al alcance de todos y propuestas atractivas de ocio son algunas de las actividades para realizar durante estos días festivos.
Se trata de disfrutar de unos días de descanso compartiendo experiencias inolvidables con la familia y los amigos.
Alojamientos con encanto
Los hoteles, las posadas reales o las casas rurales son algunas de las opciones para alojarse en la Ruta del Vino Ribera del Duero, como el Hotel AF Pesquera, con su experiencia enogastronómica, que permitirá al visitante conocer la Bodega Condado de Haza y Alejandro Fernández Tinto Pesquera o el Hotel Enológico El Lagar de Isilla, tras visitar la bodega ubicada en la propia finca, el Monasterio de Santa María de la Vid.
Las Bodegas Arzuaga Navarro propone un paseo por los viñedos visitando la bodega para degustar varios de los vinos, y el Hotel Villa de Aranda, proponen participar en su Aula de Cata de la mano de Bodegas Félix Callejo.
Desde el Vino-Spa Lavida Hotel Rural se ofrece un interesante programa compuesto de 4 noches de alojamiento con desayuno mediterráneo, además de visitar una bodega y el Museo Provincial del Vino, ubicado en el Castillo de Peñafiel.
En el Grupo Matarromera, ponen a disposición una oferta especial para estos festivos que incluye alojamiento en su Hotel Rural Emina, degustar un menú castellano maridado con los vinos de la bodega.
Restaurantes que deleitan el paladar
Durante estos días de Semana Santa, además del tradicional Lechazo Asado en horno de leña, es habitual encontrarse menús con los productos de temporada ligados a esta celebración, como el bacalao ‘Estilo Taberna’, muy típico de Roa de Duero, los potajes de vigilia y, cómo no, las dulces torrijas. Así son, el Wine Bar de Bodegas Portia, o el Restaurante de Bodegas Cepa 21.
Bodegas al alcance de todos
Las bodegas permiten a los turistas conocer de primera mano el mundo del vino, a través de un abanico de actividades enoturísticas que abarcan desde visitas dinámicas o lúdicas, cursos de iniciación a la cata, paseo entre viñedos, entre otras, como es el caso de en Bodegas Áster y Bodega Ascensión Repiso.
Otras iniciativas
El Parque del Románico en San Esteban de Gormaz, la Ruta de los Castillos, el Parque Natural Hoces del Río Riaza, las bodegas subterráneas de Aranda de Duero o el Museo de los Aromas en Santa Cruz de la Salceda, son algunas de las propuestas más atractivas para disfrutar en familia o con amigos.