El rosado con barrica de Marc Bournazeau, Terra Remota Caminito, se confirma como un rosado de alta gama con la nueva añada 2014
Caminito es el rosado de Terra Remota. Al margen de las tendencias que otorgan a épocas más o menos prestigio a los vinos rosados, en Terra Remota siempre se ha tratado con mimo a su rosado, al que dedican el mismo cuidado y esmero que al resto de referencias de su gama. Se vendimia a mano en cajas de 10 kilos y se somete a una doble selección a su entrada en bodega, antes y después del despalillado.
Además Caminito no es un rosado al uso, ya que es un rosado de fermentación en barricas durante 4 meses, lo que le dota de una personalidad distintiva que le ha convertido en uno de los rosados con más carácter del Empordà. Esta elaboración hace que sea un vino complejo que escapa al típico perfil del rosado fresco de verano, de forma que su consumo puede prolongarse más allá de la temporada estival.
La calidad y personalidad diferenciada del rosado Caminito le ha valido la inclusión en la carta de vinos de algunos de los restaurantes más prestigiosos del país. Desde nombres ya clásicos del firmamento gastronómico como Sant Pau de Carme Ruscalleda (Sant Pol de Mar), Martín Berasategui (Lasarte), Miramar (Llançà), Ca l’Enric (La Vall de Bianya), Hotel Empordà (Figueres), Windsor (Barcelona) o Àbac (Barcelona) hasta las nuevas estrellas de Diverxo (Madrid), Compartir (Cadaqués) o Les Magnòlies (Arbúcies).
Caminito 2014 es un coupage de Garnacha Tinta (60%) y Syrah (40%) del viñedo ecológico de Terra Remota, situado en el municipio de Sant Climent Sescebes, en la DO Empordà. Con su color de pétalo de rosa, Caminito 2014 demuestra su carácter en nariz con notas de agua de rosas y lichi, y se reafirma en boca, donde destaca el perfume de la rosa silvestre.
Terra Remota, vinos para vivir y soñar
En un suelo granítico de la DO Empordà, al pie de la sierra de la Albera, Marc y Emma Bournazeau fundaron Terra Remota en 1996. Una bodega integrada en el paisaje, obra de Pepe Cortés y Nacho Ferrer, acoge la actividad vinícola, en una explotación de 22 ha. de viñedo. Su filosofía de trabajo se basa en un respeto máximo a la naturaleza (la bodega tiene certificación de elaborador ecológico desde 2012), el objetivo de calidad de producto a través de la perseverancia en el trabajo (simbolizada por su línea «Camino») y la impresión de la personalidad de Marc Bournazeau en sus vinos.
Marc Bournazeau lidera a su vez otro proyecto vitivinícola en el continente americano, Bodega las Niñas, en Apalta (Valle de Colchagua, Chile), donde elabora una variada gama de vinos con una marcada personalidad femenina.