El enoturismo se perfila como complemento imprescindible en el sector vino
El Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino defiende que los paisajes vitícolas españoles puedan conseguir ser Patrimonio de la Humanidad
Bajo el nombre ‘El Paisaje del Viñedo: desde todas las miradas’, se ha inaugurado el curso de verano en El Escorial, patrocinado por la Fundación para la Cultura del Vino y que se impartirá del 20 al 22 de julio. Un ciclo que promueve el valor del viñedo desde el punto de vista cultural, identitario y natural, y también como recurso medioambiental y patrimonio natural. Así lo ha subrayado en la ceremonia de apertura del curso el patrono de la Fundación, Luis Miguel Beneyto y la Directora General de Industria y Mercados Alimentarios, Isabel Bombal, quien ha afirmado que, “aunar los dos mundos de paisaje y viñedo es fundamental y desde el Ministerio apoyaremos las iniciativas del sector para promover ese vínculo y conseguir que los paisajes vitícolas españoles puedan ser declarados Patrimonio de la Humanidad, siguiendo la estela conseguida por la dieta mediterránea”.
Bombal ha subrayado la idea de que España posee un millón de hectáreas de viñedo. “Somos el primer país del mundo en superficie de viñedo y representamos el 30% de la UE. Todo lo que hagamos para valorarlo tendrá un gran peso específico a nivel mundial. Por tanto, no es un aspecto anecdótico”, ha declarado, mientras que tampoco ha olvidado el interesante papel que representa el enoturismo en la actual coyuntura económica. “Con el apoyo a ACEVIN y Turespaña, nuestro objetivo es dotar de prestigio el turismo enológico y aprovechar la diversidad de paisajes que tenemos, dando mayor importancia a las rutas del vino”.
Hay que conseguir vender experiencias, no sólo botellas
En este punto, la prestigiosa arquitecta argentina Emiliana Bórmida ha enfatizado la idea del vino como generador de otras unidades de negocio, como puede ser el turismo. “Es una manera de ir más allá, no sólo de ver el vino como una bebida, sino empaparse de su historia, de cómo se hace y dónde, de entenderlo como bien cultural, lo cual influirá en un incremento en la rentabilidad del vino. Hay que conseguir vender experiencias”.
Por su parte, el director del curso, el antropólogo Luis Vicente Elías Pastor, ha destacado que lo más importante que tiene un territorio no es su vino, es su viña, y cuanto más y mejor cuidado esté el paisaje, mejores serán sus vinos. “La viña es un libro, estudiado de una forma global es la historia de un territorio. Hace falta saber leer entre viñas. El viñedo es la muestra del trabajo de los viticultores y el paisaje es el resultado de ese trabajo”. Además, ha reclamado la protección del viñedo frente al impacto ambiental de diversas infraestructuras como autovías, tendidos eléctricos o plantas industriales.
Equilibrio entre realidad económica y defensa del paisaje del viñedo
Rafael del Rey, gerente de la Fundación para la Cultura del Vino, ha tomado el testigo en este punto para defender que el hecho de que el entorno sea de un tipo u otro y que determinadas infraestructuras estén en él, pueden beneficiar o no a las empresas, en este caso bodegas, que en él se encuentren. “El mundo de vino debe estar relacionado con un entorno y ese paisaje debe ser cuidado. Al final el vino hay que venderlo y tenemos que hacerlo en determinados mercados con determinado tipo de imagen”.
Del Rey, como conclusión considera necesario llegar a un equilibrio entre la realidad económica y la defensa del entorno paisajístico. “Hay que dar un valor especial al viñedo y trasladarlo a los órganos de gobierno ejecutivos. Equilibrar progreso y protección”.
Por último, el redactor jefe de la editorial Eumedia, Luis Mosquera, ha insistido en el papel de la comunicación en todo ello. “Los medios tenemos el deber de dar a conocer nuestros paisajes, crear interés, motivar la visita turística, la respuesta social frente a diversas injerencias, crear conciencia del valor de nuestros entornos”.
En resumen, la jornada inaugural del primer curso sobre paisaje y su vinculación con el viñedo ha suscitado un interesante debate, que continuará en El Escorial hasta el próximo viernes de la mano de la Universidad Complutense de Madrid y la Fundación para la Cultura del Vino.