Procedentes de una larga generación en el mundo del cava, Josep Maria Raventós junto con los hijos y familia trae ya más de 22 años echando adelante un abanico de vinos blancos, negras y por supuesto de su mejor producto, el cava.
Uno de estos, quizás el más singular, es su Milessimé, el Elisabet Raventós. Uno de los pocos Gran Reservas que podemos encontrar al mercado con un poco usual dónde predomina la xarelo, una de las variedades nobles a la zona, chardonnay y monastrell (variedad negro que da un toque de originalidad). Es un cava con una acidez delicada, carbónico suave y muy cremoso al paladar. Tiene un recorrido largo en boca y elegante. La producción no llega a las 33.000 botellas, un punto más a su favor.
Un cava de más de 4 años del que podremos disfrutar esta Navidad con la escudella de galets o los canelones de Santo Esteve. Es un cava que nos acompañará también a las largas sobremesas de estos días en familia.
El gran roble centenario que preside la entrada de la casa Raventós y Blanco se ha convertido en el emblema de la casa, simbolizando la fuerza, la experiencia y la lucha de cada día por elaborar un cava de prestigio.