Creado en el corazón de Jerez y desde el 1887 – cuarta generación de los Sánchez – nos llega a todos el recuerdo de algún momento vivido con una copa de «Cardenal Mendoza» en la mano. Sobremesas, tertulias, momentos de soledad o de diversión en cualquier rincón del mundo han sido vivencias que todos hemos tenido.
El hecho de ser un brandy con más de 120 años de historia, presente en 4 continentes, con diversas distinciones – es el brandy oficial de la Casa Real Española, la casa de los Lores y del Sacro Palacio Apostólico del Vaticano – y de calidad estable y asegurada lo convierte en un referente.
Carácter, elaboración y degustación
El carácter de Cardenal Mendoza tiene su secreto en los viñedos alineados bajo el sol y el aire de Andalucía occidental, los singulares suelos de albariza, el respeto del proceso de envejecimiento, los más de dos siglos de historia de la familia elaboradora – Romate, desde 1781 – y el reconocimiento de varias generaciones de consumidores.
Las propiedades del producto se hacen evidentes en copa ya que se trata de un brandy de tonalidades doradas y brillantes que se disfruta por su exquisita profundidad de sabor y aroma. Sus aromas son redondos y limpios, ofrece una suave intensidad gustativa, apreciamos matices de caoba vieja todo ello con una estructura y serenidad.
Hoy como en sus inicios, la elaboración de Cardenal Mendoza sigue el método tradicional que va desde la destilación del vino procedente de la uva Airén en alquitaras –alambiques de cobre– hasta el proceso de soleras y criaderas, tan característico de Jerez.
Por su potencia y equilibrio, Cardenal Mendoza armoniza clasicismo con evolución. Además, su distinguida presentación tradicional lo hace idóneo como obsequio de excepción.