Solo hace falta asomarse por cualquiera de los cañones o meandros de los ríos Sil o Miño para comprender de donde viene el nombre de Ribeira Sacra.
Este lugar es tan bello que sin duda cuenta con la bendición de los Dioses, cualesquiera que fueran. Por aquí pasaron a lo largo de los siglos múltiples culturas dejando cada una de ellas su propia huella y su impronta en el quehacer cotidiano. Y los últimos estudios sobre el nombre de Ribeira Sacra apuntan precisamente a que fueron los Celtas los que bautizaron esta tierra, no como ribera, sino como Robledal Sagrado, teniendo en cuenta las tradiciones que tenían entorno a este árbol, explicando que la palabra Ribeira se debe sencillamente a una mala traducción. En cualquier caso esta ribera fue sagrada para los Celtas y también para culturas posteriores y así lo testimonian la gran cantidad de monasterios que se encuentran a orillas de ambos ríos.
Hoy en día la Ribeira Sacra, que ejerce de frontera natural entre las provincias de Orense y Lugo, es tierra de peregrinación para los amantes del vino y de la naturaleza. La zona es especialmente conocida por su variedad biológica conformando un ecosistema de gran importancia a lo que hay que añadir la calidad de sus tierras que es donde crecen los viñedos de las múltiples bodegas que elaboran sus vinos bajo la Denominación de Origen Ribeira Sacra. Dicen que es la zona más verde y húmeda del noreste de España, un lugar mágico y excepcional para el cultivo de los viñedos que desde hace siglos han formado parte del entrono natural de la zona.
Así crecen los viñedos de Abadia da Cova, descendiendo por las laderas del Río Miño, en un Meandro conocido con el nombre de «O Cabo do Mundo». La familia Moure lleve siglo tras siglo elaborando vinos en una tradición que ha pasado de padres a hijos como una forma natural de vida. Pero el proyecto tal y como lo conocemos hoy en día fue fundado en 1958 por José Moure con la firme intención de ofrecer a los amantes del vino un caldo con auténticas señas de identidad. Y a la elaboración del vino se unió también la fabricación de orujos y licores que gozan en el mercado de gran popularidad. Más de 120 premios nacionales e internacionales avalan hoy en día el sueño de la familia Moure; un sueño hecho realidad.
Las nuevas instalaciones de la bodega se elevan como un monasterio a orillas del Río Miño y fueron diseñadas por Pepe Paz. Están concebidas para elaborar un vino artesanal con la ayuda de lo último en tecnología moderna. Sin embargo no falta la madera, las tinas troncocónicas, donde se realiza la primera fermentación alcohólica, y las barricas de roble francés, donde el vino se somete a una posterior crianza.
Albariño y mencía son las tres uvas principales utilizadas para la elaboración de los vinos Abadía da Cova. La uva mencía es una variedad autóctona del noroeste español, de origen milenario, genera vinos con un intenso color frambuesa, aromas penetrantes a frutas pero también delicados a flores y buenas dosis alcohólicas. Destaca por su buena capacidad de envejecimiento y da como resultado vinos equilibrados y bien estructurados. En cuanto a la uva albariño cuenta la historia de que llegó a Galicia de manos de los monjes cisterciences allá por el siglo XII. Hoy en día crece en estas tierras y también en el norte de Portugal. Se trata de una de las uvas blancas más consideradas en el panorama vitivinícola de España aunque su prestigio internacional es relativamente reciente. La uva albariño genera vinos de intenso color amarillo paja con ligeros matices dorados y brillos verdosos, aromas frutales y tonos florales, muy bien armados en boca, con mucho carácter y finos. Secos, sabrosos, elegantes con gran equilibrio y larga persistencia.
Estas son las protagonistas de la bodega Abadía da Cova que todos los años se esmera en ofrecer a sus clientes esos vinos tradicionales con su propia seña de identidad. Y a los vinos, como decíamos antes hay que añadir los licores. La nueva destilería fue construida en 2003 y las características de un buen destilado dependen de muchos factores, de la variedad y calidad de la uva, de la fermentación, tiempo de conservación etc. Y aunque el orujo sea el licor estrella, teniendo en cuenta que Galicia es la única región española que posee una denominación geográfica para esta bebida, la bodega elabora otros muchos licores siguiendo así la moda y el gusto de la clientela.