Pero hay 130 millones de consumidores de vino que aún no nos conocen o apenas nos beben. Esta es una de las principales conclusiones que se derivan de los estudios presentados hoy en la jornada ‘Ventas y notoriedad de los vinos españoles en los principales mercados mundiales’,
Los estudios organizados por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV) han sido en colaboración con el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX).
Con el aforo completo, Jaime Montalvo, Director General de Promoción del ICEX; José García-Carrión, Presidente del Observatorio, y Rafael del Rey, Director General del mismo, han presentado el acto y han detallado el objetivo central de esta convocatoria: mostrar al sector vitivinícola una detallada radiografía de la situación actual de nuestros vinos en los principales mercados importadores. En este sentido, los resultados de los estudios realizados identifican claramente problemas pero también oportunidades.
El primero de los estudios presentados, realizado por la consultora Nielsen, dibuja una nítida imagen de qué vinos se venden en los canales de alimentación de Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Bélgica, Suiza, Países Bajos y México y cuáles son las tendencias más acusadas en ellos. Aunque la cuota de penetración del vino español en estos países es del 15,3% en su conjunto, existen notables diferencias entre unos y otros. En general, el volumen de ventas de vinos españoles en estos mercados ha presentado un comportamiento más negativo que la media. Sin embargo, el aumento de los precios medios ha hecho crecer el valor de las ventas, en algunos casos de forma destacada.
El segundo trabajo, fruto de una encuesta sobre la ‘Notoriedad de los vinos españoles en los principales mercados de exportación, en comparación con los vinos de otros países productores’, ha sido realizado por la empresa británica Wine Intelligence en Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Holanda, Bélgica y Suiza. En él se afirma rotundamente que más de 42 millones de consumidores beben vino español en estos seis países con relativa frecuencia (7 millones al menos una vez por semana, y otros 36 millones al menos una vez cada tres meses), pero hay aún 103 millones de consumidores que no lo hacen, bien por-que, a pesar de ser consumidores de vino, no conocen los productos españoles o porque lo beben en muy contadas ocasiones. Este estudio ofrece detalles relevantes sobre el gra-do de conocimiento y aprecio de los vinos españoles por parte de los consumidores de los principales mercados, incluyendo oportunidades de consumo, niveles de precios y calidad con los que se asocian y la comparación con vinos procedentes de otros países productores.
Ambos estudios ponen de relieve las carencias más significativas del vino español de cara a la exportación, pero también indican cuál es el camino a seguir e identifican grandes oportunidades. El sector vinícola español debe centrarse en dar a conocer su gran diversidad y potenciar su imagen como productor de vinos de calidad para todos los segmentos del mercado, así como en adecuar las estrategias de promoción a las características específicas de cada país de destino. Las posibilidades para nuestros vinos son muchas, especialmente en un momento en el que algunos de nuestros más directos competidores tienen graves problemas y en el que existen —cómo es el caso de Estados Unidos, con una joven generación de más de 60 millones de consumidores potenciales— importantes nichos de mercado por explotar.